En una noche cargada de expectativas y millones de dólares en juego, los Cleveland Browns se encuentran oficialmente "en el reloj" para la segunda selección del Draft de la NFL 2025. Tras el acuerdo que coloca al quarterback Cam Ward como la primera selección global, los Browns tendrán la oportunidad de elegir a su futuro jugador estrella, con miras a un contrato que podría ascender a 41 millones de dólares por cuatro años.
Con los Titans confirmados como los futuros seleccionadores de Ward, un quarterback considerado por muchos como el más talentoso de su generación, el Draft toma una dimensión financiera única. Ward firmará un contrato que podría llegar a los 43 millones de dólares en cuatro campañas, estableciendo un nuevo estándar para los picks más altos.
El impacto económico del Draft es claro: cada selección en el proceso tiene una implicación financiera directa. Si bien Ward liderará la noche con cifras estratosféricas, la segunda selección, que probablemente recaerá en el jugador bidireccional Travis Hunter, también asegura un contrato millonario. El jugador que Cleveland decida fichar marcará el rumbo de la franquicia, con una compensación estimada de 41 millones de dólares.
A medida que las selecciones avanzan, la bolsa de los jugadores disminuye. Por ejemplo, los Giants, con el tercer pick, proyectan pagar 39 millones a Abdul Carter, mientras que los Patriots y Jaguars, en las posiciones cuarta y quinta, desembolsarán entre 37 y 38 millones respectivamente. Sin embargo, al llegar al segundo día del Draft, la cifra disminuye significativamente, y los jugadores seleccionados en las rondas 2 y 3 podrían recibir contratos entre 5 y 9 millones.
El proceso culmina con la "selección irrelevante", la última del Draft, que firmará por 4 millones de dólares en cuatro años. Una cifra modesta si se compara con los contratos de los primeros seleccionados, pero no por ello menos significativa en la historia de la NFL.