La incertidumbre económica global y la caída en la demanda de viajes de ocio han obligado a las principales aerolíneas estadounidenses a replantear sus proyecciones para 2025. Este jueves, American Airlines anunció el retiro de su guía financiera anual, sumándose a decisiones similares de Delta Air Lines, Southwest Airlines y United Airlines. Todas citan la disminución de ventas entre viajeros de clase económica como una de las principales señales de alarma.
Robert Isom, CEO de American Airlines, indicó que, aunque el primer trimestre fue sólido, los viajes nacionales de ocio experimentaron una fuerte caída desde febrero. La aerolínea señaló que espera ofrecer una nueva perspectiva cuando el panorama económico sea más claro, aunque las ventas entre viajeros de negocios y boletos premium internacionales siguen siendo estables.
Estas decisiones llegan en medio de crecientes temores de recesión impulsados por nuevos aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump y la respuesta arancelaria de China. A pesar de una pausa parcial en los nuevos impuestos de importación, las tensiones comerciales se mantienen altas y han generado incertidumbre entre consumidores y empresas. Según encuestas recientes, muchas personas temen que los precios continúen subiendo y que la economía estadounidense se esté debilitando.
Southwest Airlines anunció que recortará su horario de vuelos en la segunda mitad del año y no podrá reafirmar sus proyecciones financieras hasta 2026, debido a la volatilidad macroeconómica. Por su parte, United Airlines optó por presentar dos escenarios financieros distintos para este año, dependiendo de si se confirma o no una recesión, y ya planea reducir en 4% sus vuelos nacionales a partir de julio.
Delta Air Lines también ajustó sus planes. Aunque en enero proyectaba su mejor año financiero, en abril suspendió su guía para 2025 y detuvo su expansión programada. Ed Bastian, CEO de la aerolínea, explicó que ante un crecimiento global estancado y la incertidumbre comercial, optarán por cuidar márgenes y flujos de efectivo reduciendo el crecimiento de capacidad previsto.
Las decisiones tomadas por estas compañías reflejan el impacto directo que la inestabilidad económica y las políticas comerciales pueden tener sobre el comportamiento del consumidor, así como la necesidad de estrategias más conservadoras para enfrentar los próximos meses.