En un acto cargado de tensión política y en el marco de las elecciones federales, el primer ministro canadiense Mark Carney lanzó este jueves duras acusaciones contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señalándolo de utilizar la guerra comercial como un arma para someter políticamente a Canadá.
Durante un mitin electoral en la ciudad de Coquitlam, Carney fue enfático: “Quieren quebrarnos para gobernarnos”. Con esta frase, el mandatario canadiense advirtió que los aranceles impuestos por la administración estadounidense no son únicamente una táctica económica, sino una forma de presión política directa.
Carney también recordó los polémicos comentarios de Trump, realizados un día antes, donde volvió a sugerir la posibilidad de una anexión de Canadá al territorio estadounidense. “No se trata solo de declaraciones provocadoras. Lo que está en juego es nuestra soberanía, nuestra libertad para decidir nuestro destino”, puntualizó el líder liberal.
El primer ministro hizo un llamado a los canadienses para reflexionar su voto con base en quién puede hacerle frente al poder estadounidense en un momento tan delicado: “Esta elección es sobre liderazgo, sobre quién tiene la fortaleza y la experiencia para defender a Canadá frente a Trump”.
La confrontación entre ambos gobiernos no es nueva, pero ha escalado en las últimas semanas debido a los altos aranceles impuestos por EE.UU. a productos canadienses clave. A pesar de la tensión, ambas naciones acordaron mantener una vía de diálogo. Según el gobierno de Carney, tras una única llamada telefónica sostenida el pasado 28 de marzo, se pactó iniciar negociaciones bilaterales en mayo, una vez concluidos los comicios en Canadá.
El conflicto comercial entre ambas naciones más que un tema económico, se perfila como un eje central del discurso electoral canadiense, con implicaciones directas sobre el futuro geopolítico de América del Norte.