El desabasto de radiofármacos y otros insumos fundamentales ya impacta a los hospitales de alta especialidad en México, donde estudios de medicina nuclear para detectar cáncer, enfermedades del corazón, riñones y tiroides han comenzado a suspenderse. Personal médico confirmó que en algunos centros las tomografías por emisión de positrones, gamagramas y otros procedimientos llevan casi un mes sin realizarse.
La situación se originó por fallas técnicas en la licitación de la compra consolidada para 2025-2026, la cual fue anulada por la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno. El proceso omitió requisitos clave para el manejo seguro de materiales radioactivos, como condiciones de transporte y almacenamiento, y no se exigió la licencia correspondiente de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias.
Los contratos vigentes concluyen el 30 de abril, y no hay aún un mecanismo de abasto claro para los próximos meses. A pesar de ello, apenas ayer la Secretaría de Salud y Birmex lanzaron una convocatoria urgente dirigida a fabricantes de equipos de salud, pero con plazos extremadamente breves: el registro para el sondeo de interés cerró el mismo día, a las 14:00 horas. La investigación de mercado seguirá abierta hasta el 27 de abril.
Además de los radiofármacos, escasean otros productos indispensables para la obtención de imágenes y el tratamiento de pacientes con enfermedades complejas. La suspensión de estos estudios retrasa diagnósticos críticos y pone en riesgo a personas que esperan atención urgente, como pacientes con cáncer o en lista de espera para trasplantes renales.