Lucir canas blancas o plateadas se ha convertido en una de las tendencias más populares para quienes buscan una opción saludable que no dañe el cabello. Para mantener este look radiante, existe un truco esencial: los matizantes, que ayudan a transformar las canas amarillas en reflejos brillantes y luminosos.

Las canas tienden a volverse amarillas debido a varios factores. La acumulación de impurezas, el uso de productos capilares con sulfatos, la exposición al sol sin protección y el contacto con fuentes con altos niveles de minerales, como el cloro o el hierro, alteran la fibra capilar, oxidando el cabello y opacando su brillo natural. Estos residuos se fijan en las hebras y provocan un tono amarillento que puede hacer que el cabello luzca descuidado.

Afortunadamente, existen formas sencillas de devolverle el esplendor a las canas. Los matizantes actúan como correctores de color, usando pigmentos fríos, como el azul o violeta, para contrarrestar los reflejos cálidos. Si prefieres una opción casera, puedes crear tu propio matizante mezclando dos gotas de violeta de genciana con tu acondicionador habitual. Aplica la mezcla una vez por semana, usa guantes para evitar manchas en las manos y enjuaga con abundante agua.

Sin embargo, si buscas resultados más duraderos y profesionales, acudir a un salón de belleza puede ser una excelente opción. Los matizantes profesionales ofrecen una protección capilar más completa y prolongada, garantizando que las canas luzcan en su tono más radiante.

Es importante saber que existen diferentes tipos de matizantes: el matizador azul es más adecuado para cabellos teñidos o decolorados, ya que combate los tonos anaranjados o cobrizos. En cambio, el matizador violeta es ideal para las canas, ya que elimina los reflejos amarillos, dejando el cabello con un tono plateado o blanco uniforme.

Con estos consejos, podrás mantener tus canas con un aspecto saludable y luminoso, sin que el color amarillo les reste años a tu imagen.