Padres de familia denunciaron que menores inscritos en la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc fueron víctimas de constantes maltratos físicos y psicológicos durante los llamados “arrestos”, lo que ha derivado en graves cambios de conducta, como agresividad, trastornos obsesivos y episodios de ansiedad. Entre los casos reportados se encuentran menores que se levantan por la madrugada para evitar castigos o que desarrollaron compulsiones como lavarse las manos en exceso.

De acuerdo con testimonios recabados, la alimentación en el plantel también presentaba condiciones insalubres. Una de las abuelas, María Isabel Adriana García, relató que a su nieto le sirvieron comida con insectos y que, al reportarlo, fue obligado a comerla. También mencionó que el menor, ahora en terapia psicológica, mostró conductas violentas tras su paso por la institución.

Por su parte, Naomi Salazar relató que su hermano se despertaba a las 4 de la madrugada por miedo a ser arrestado. Las sanciones incluían rutinas de ejercicio extremo bajo el sol, y golpes por no obedecer. Frente a esta situación, la Comisión de Derechos Humanos local se pronunció contra el modelo de educación militarizada para menores de edad y ofreció acompañamiento a las familias afectadas, en especial a la madre de Erick Terán Torbellin, el menor que falleció recientemente durante un campamento en Morelos.

Na-shieli Ramírez, presidenta del organismo, recordó que el Comité de los Derechos del Niño de la ONU ha emitido recomendaciones a México para supervisar y regular estrictamente este tipo de instituciones. Además, sugirió a la diputada Janeth Guerrero Maya, de Morena, impulsar una reforma constitucional para prohibir el envío de menores a escuelas militarizadas. En paralelo, el fiscal general de Morelos, Édgar Maldonado, sostuvo una reunión con los familiares de Erick para fortalecer la carpeta de investigación sobre su muerte.