En un giro inesperado, la organización internacional PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) ha solicitado formalmente a Chayanne que modifique el nombre de uno de sus mayores éxitos: la canción “Torero”, lanzada en 2002. A través de una carta firmada por Mimi Bekhechi, vicepresidenta de PETA para Europa, se plantea que el tema sea rebautizado como “Bombero”, para desvincularlo de toda alusión a la tauromaquia.
La petición se basa en una crítica directa a la práctica del toreo, calificada por la organización como “violenta, arcaica y desconectada de los valores actuales de empatía y compasión hacia los animales”. En su mensaje, PETA subraya que glorificar la figura del torero no se ajusta a la sensibilidad del siglo XXI, y propone que el nuevo título rinda homenaje a los bomberos, quienes arriesgan sus vidas por salvar a otros y encarnan valores positivos como el coraje y la entrega.
La canción, escrita por Estéfano y Marcello Azevedo, fue un fenómeno musical en su momento, posicionándose en los primeros lugares de popularidad en América Latina, España y Estados Unidos. El estribillo “Y seré un torero, por ti lucharé, aunque me cueste la vida”, es, según la organización, un ejemplo de cómo algunas metáforas pueden adquirir nuevas interpretaciones éticas en el presente.
Aunque Chayanne no ha emitido respuesta pública a la propuesta, el tema ha provocado una oleada de comentarios en redes sociales. Mientras algunos consideran exagerada la petición, otros celebran que se abran debates sobre el lenguaje y las referencias culturales en la música popular. En medio de la controversia, queda claro que el respeto por los animales y la revisión de prácticas tradicionales continúan ganando terreno en la agenda social.