En un emotivo homenaje celebrado en la funeraria Núñez Banuet, familiares, amigos y defensores de derechos humanos dieron el último adiós a Sandra Estefana Domínguez Martínez, activista mixe y abogada de 38 años, cuyo cuerpo fue hallado recientemente en una fosa clandestina en Santiago Sochiapan, Veracruz, tras casi siete meses de desaparición.
Durante la ceremonia, su madre, Aracely Martínez, expresó su temor por la seguridad de su familia y responsabilizó a los gobiernos estatal y federal por cualquier daño que pudieran sufrir. Las hermanas de Sandra, Kisha y Kenia Domínguez, agradecieron el apoyo recibido durante la búsqueda y destacaron la valentía de su hermana en la defensa de los derechos de las mujeres indígenas.
Sandra Domínguez fue reconocida por su labor en la denuncia de redes de funcionarios que compartían imágenes íntimas de mujeres indígenas en chats como "Sierra XXX" y "Mega Peda". Entre los implicados se encuentra Donato Vargas Jiménez, coordinador de Delegados de Paz del gobierno de Oaxaca, quien fue denunciado por Sandra en 2022.
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, anunció la separación temporal de Vargas Jiménez de su cargo para facilitar las investigaciones sobre la desaparición y asesinato de la activista. Sin embargo, organizaciones feministas y de derechos humanos han exigido su destitución definitiva y una investigación exhaustiva sobre su posible implicación en el caso.
La Fiscalía de Oaxaca informó que los cuerpos de Sandra Domínguez y su esposo, Alexander Hernández, fueron encontrados en fosas clandestinas en Veracruz, y que una persona ha sido detenida en relación con el caso.
El asesinato de Sandra Domínguez ha generado indignación y ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los defensores de derechos humanos en México, así como la necesidad de acciones concretas para proteger a quienes luchan contra la violencia de género y la impunidad.