Cocinar con una olla exprés es una gran ventaja para ahorrar tiempo y preparar platillos deliciosos, pero su uso requiere precauciones específicas para evitar accidentes. Aunque los modelos actuales incluyen sistemas de seguridad, el manejo correcto sigue dependiendo en gran medida de la atención de quien la utiliza. Con acciones sencillas, se puede garantizar un uso seguro y eficiente en la cocina.

El primer paso es verificar que la tapa esté bien sellada antes de encender el fuego, ya que una tapa mal colocada podría impedir que suba la presión o provocar accidentes graves. También es fundamental no llenar la olla más de dos tercios de su capacidad, y en el caso de alimentos que generen espuma, como frijoles o arroz, lo recomendable es llenarla solo hasta la mitad.

Otro punto esencial es revisar la válvula de presión antes de cada uso para asegurarse de que no esté obstruida ni pegada, pues una válvula tapada puede impedir la salida del vapor y aumentar peligrosamente la presión interna. Además, es indispensable utilizar suficiente líquido en la preparación, ya que el vapor generado es el responsable de la presión necesaria para la cocción rápida.

Finalmente, una vez que la olla ha alcanzado la presión, es importante reducir el fuego para mantener la presión estable y evitar forzar la apertura antes de que haya salido todo el vapor. Respetar estas recomendaciones no solo alarga la vida útil del utensilio, sino que también permite cocinar con mayor seguridad y confianza, previniendo accidentes en el hogar.