El gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump en su segundo mandato, anunció un nuevo programa que ofrece “asistencia de viaje” y un pago de 1.000 dólares a migrantes que decidan autodeportarse utilizando la aplicación gubernamental CBP Home. La iniciativa busca reducir costos y acelerar la salida de extranjeros en situación irregular.
Según el Departamento de Seguridad Interior (DHS), la aplicación permite a los migrantes notificar su intención de abandonar el país por voluntad propia. Una vez confirmado el regreso a su país de origen, el gobierno otorgará el incentivo económico. La medida forma parte de una serie de políticas migratorias más restrictivas adoptadas desde enero y ha sido descrita por el DHS como una “oportunidad histórica”.
El gobierno estima que esta estrategia reducirá en un 70% el costo de una deportación tradicional, que actualmente asciende a más de 17.000 dólares por persona, incluyendo arresto, detención y traslado. Un caso citado en el anuncio involucra a un ciudadano hondureño que recibió un boleto de avión desde Chicago hacia Honduras mediante este sistema.
La secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, defendió la iniciativa como “la vía más segura y económica” para quienes se encuentran indocumentados. Noem también afirmó que entre 20 y 21 millones de personas deberían regresar a sus países. La administración republicana considera criminales a los migrantes que ingresaron sin autorización, incluidos algunos solicitantes de asilo.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han cuestionado la política, denunciando la expulsión de personas sin un debido proceso y detenciones basadas en aspectos como tatuajes. Mientras tanto, Washington ha deportado a cientos de presuntos pandilleros —principalmente del Tren de Aragua y MS-13— al CECOT de El Salvador, en un acuerdo con ese país a cambio de seis millones de dólares.