Con 105 votos a favor, 16 en contra y una abstención, el Senado de la República aprobó la Estrategia Nacional de Seguridad Pública 2024-2030, un instrumento que delineará las acciones del Gobierno de México para enfrentar la violencia y la delincuencia en los próximos años. El dictamen fue turnado al Ejecutivo federal como parte del proceso constitucional para su implementación.

Previo a la votación en el Pleno, Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, compareció ante la Comisión de Seguridad Pública y la Junta de Coordinación Política (Jucopo), cumpliendo así con lo establecido en el artículo 76 de la Constitución. El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, confirmó que el procedimiento se realizó conforme al marco legal vigente.

La estrategia establece cuatro ejes centrales: atención a las causas de la violencia, consolidación de la Guardia Nacional, fortalecimiento de la inteligencia e investigación, y coordinación plena entre el Gabinete de Seguridad y las entidades federativas. Estos pilares orientarán las políticas públicas para reducir la incidencia delictiva, debilitar a los grupos criminales y fortalecer el trabajo preventivo de las policías locales.

El documento también subraya el uso intensivo de nuevas tecnologías en materia de seguridad para anticipar delitos y mejorar las capacidades de investigación del Estado. Además, reconoce que la pacificación del país no depende únicamente de la fuerza pública, sino de una visión integral que atienda las causas sociales del delito y promueva el desarrollo, la educación y el empleo digno.

La Estrategia Nacional de Seguridad Pública 2024-2030 busca consolidar el cambio de paradigma iniciado en 2018, priorizando la prevención y la reconstrucción del tejido social como vías para construir un México más justo, seguro y libre de violencia.