Sin supervisión ni asistencia oficial, migrantes que fueron desalojados del parque Guadalupe Victoria, en las inmediaciones del Metro Candelaria, comenzaron este lunes a reinstalar su campamento tras haber sido retirados el pasado viernes por las celebraciones del Día del Niño. Desde la mañana, se observó a hombres y mujeres cargando pertenencias para levantar refugios improvisados con lonas, tablas y plásticos.
Los migrantes, originarios de países como Venezuela y Colombia, señalaron que ninguna autoridad se ha acercado para brindarles apoyo o información sobre su situación. “No sabemos si nos quitarán de nuevo para el 10 de mayo o cualquier otra festividad”, expresó una venezolana que cuida a cuatro de sus siete hijos. Lamentaron la incertidumbre y la dificultad de tener que desmontar y rearmar el campamento cada vez que son desplazados.
Recordaron que el pasado 31 de marzo fueron removidos de las inmediaciones de la parroquia de la Santa Cruz y Nuestra Señora de la Soledad por las festividades de Semana Santa, y más recientemente, del parque por las actividades organizadas por la Confederación de Comercio Popular. Mientras tanto, trabajadores de limpia realizaban labores de barrido en la explanada tras su retorno.
Joselyne, una migrante colombiana de 48 años, agradeció el respaldo del párroco Benito Javier Torres Cervantes, quien les permitió quedarse temporalmente en las inmediaciones del templo y les brindó despensas. Sin embargo, señaló que la presión de los vecinos por su permanencia ha sido constante: “Ellos son los que se quejan para que nos vayamos”, afirmó.
