El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha intensificado su batalla contra Google, pidiendo que la compañía abandone la tecnología que sustenta su red de publicidad digital, como parte de un esfuerzo más amplio para frenar su dominio en el sector. La solicitud fue presentada en un tribunal federal de Virginia, a raíz de un fallo que determinó que la red de anuncios de Google había abusado de su poder de mercado para perjudicar a la competencia y a los editores en línea.
En un documento de 17 páginas, los abogados del gobierno argumentaron que Google debe deshacerse de su negocio AdX y de la plataforma de anuncios DFP, herramientas clave para conectar anunciantes con editores. Aunque Google ha prometido apelar el fallo y se opone firmemente a la propuesta, el caso continúa avanzando, con una decisión esperada para finales de este año o principios del próximo.