Una nueva jornada de tensión se vivió en la Universidad de Columbia, en Nueva York, luego de que la policía local ingresara al campus para desalojar a un grupo de manifestantes pro-Palestina que había ocupado la biblioteca Butler. El hecho ocurrió la tarde del miércoles, cuando el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) actuó a petición de las autoridades universitarias tras una prolongada protesta que interrumpió las actividades académicas.
La movilización fue encabezada por estudiantes del grupo Columbia University Apartheid Divest (CUAD), quienes demandan que la institución retire sus inversiones de empresas relacionadas con el conflicto en Gaza. Los manifestantes ocuparon la sala de lectura 301, proclamándola como “zona liberada” y desplegaron pancartas en apoyo al pueblo palestino, mientras exigían que la biblioteca llevara el nombre de Basel Al-Araj, activista palestino asesinado en 2017.
Ante la negativa de abandonar el lugar, la universidad consideró que la protesta violaba sus políticas internas, por lo que solicitó la intervención del NYPD. Agentes entraron al edificio y procedieron con el desalojo, que resultó en la detención de al menos 75 personas. Dos guardias de seguridad resultaron lesionados durante la operación, de acuerdo con medios internacionales.
La presidenta interina de la universidad, Claire Shipman, advirtió que los estudiantes involucrados enfrentarán sanciones disciplinarias. Mientras tanto, el alcalde Eric Adams respaldó la actuación policial, argumentando que era necesario garantizar la seguridad dentro del campus. La situación también desató reacciones políticas: el senador Marco Rubio advirtió que se investigará el estatus migratorio de estudiantes extranjeros implicados, calificando la protesta como “un acto de odio disfrazado de activismo”.
Las movilizaciones estudiantiles en apoyo a Palestina han cobrado fuerza en varios campus de Estados Unidos, en un contexto marcado por la escalada del conflicto en Gaza y el creciente debate sobre el papel de las universidades ante las exigencias de justicia social. Columbia, una de las instituciones más prestigiosas del país, se ha convertido en uno de los focos más visibles de esta ola de protestas.