Por Cindy Palencia

La Iglesia católica mira al norte: eligen papa al cardenal Robert Prevost

El nuevo pontífice es originario de Estados Unidos, lleva por nombre León XIV y promete una nueva etapa de introspección teológica.

A las 7:13 de la mañana en Roma (11:13 en México), el humo blanco se elevó sobre la Plaza de San Pedro y, junto con él, el anuncio solemne: Habemus Papam. El elegido es el cardenal Robert Francis Prevost, originario de Chicago, quien ha decidido asumir el nombre de León XIV. Su nombramiento marca un giro inesperado en la historia de la Iglesia, al tratarse de un papa estadounidense, el primero en la historia moderna.

Prevost, de 69 años, es miembro de la orden de San Agustín y tiene una sólida trayectoria académica y pastoral. Antes de dedicarse por completo a la vida religiosa, obtuvo una licenciatura en Ciencias Matemáticas. Su formación y experiencia en América Latina, donde vivió por años y perfeccionó su español, lo convierten en una figura con un perfil internacional y pastoralmente cercano a las realidades de los pueblos del sur global.

Conocido por su carácter sereno y estilo discreto, el nuevo pontífice ha sido descrito por sus allegados como un hombre que prioriza el discernimiento, el diálogo y la renovación desde dentro. Se espera que su papado impulse una reflexión profunda sobre el papel de la Iglesia en un mundo fragmentado, especialmente en lo que respecta a la teología de la compasión, la inclusión y los retos contemporáneos de la fe.

León XIV asume el liderazgo espiritual de más de mil millones de católicos en un momento de crisis y transformación. Su elección también pone en relieve la creciente importancia del continente americano en el mapa del catolicismo mundial, no solo como territorio de fieles, sino ahora también como cuna del nuevo sucesor de Pedro.