Sumergir el rostro en agua con hielo se ha vuelto una moda viral en plataformas como TikTok e Instagram. Aunque muchos influencers la promocionan como una rutina de belleza accesible y eficaz para revitalizar la piel, especialistas advierten que esta práctica puede tener consecuencias negativas si no se realiza correctamente.

Este método consiste en introducir el rostro durante unos segundos en un recipiente con agua helada, lo cual provoca una contracción inmediata de los vasos sanguíneos. Al aplicarse de forma breve y controlada, puede brindar beneficios como la reducción de rojeces, inflamación leve, y un efecto descongestionante y revitalizante. También se ha popularizado como una técnica para despertar el sistema nervioso en las mañanas.

Sin embargo, dermatólogos como Paloma Borregón, miembro del Grupo Español de Dermatología Estética, señalan que el contacto directo con el hielo o la exposición prolongada puede causar efectos adversos, entre ellos quemaduras por frío, irritación, dolor intenso o daño en pieles sensibles. Además, recalca que no existe evidencia científica concluyente que respalde su uso como tratamiento facial.

Para minimizar riesgos, los expertos recomiendan evitar el contacto directo del hielo con la piel, utilizar una toalla o paño limpio, y no exceder los 30 segundos a un minuto de exposición. También es preferible usar herramientas como rodillos fríos o cucharas refrigeradas para masajes faciales suaves.

Antes de seguir cualquier tendencia viral, especialmente aquellas que involucran cambios físicos, se sugiere informarse bien y consultar a un dermatólogo, especialmente si se tienen condiciones cutáneas previas. Lo que parece un truco de belleza sencillo podría convertirse en un problema mayor si no se toman las medidas adecuadas.