Una corte en Moscú condenó el miércoles a Grigory Melkonyants, copresidente del grupo de monitoreo electoral Golos, a cinco años de prisión por cargos de organizar el trabajo de una organización "indeseable". El fallo es parte de una creciente represión contra críticos del Kremlin, que ha aumentado desde la invasión de Ucrania en 2022. Melkonyants, de 44 años, rechazó los cargos, calificándolos como políticamente motivados, y se dirigió a sus simpatizantes y periodistas desde la jaula de los acusados, asegurando: "No se preocupen, no estoy desesperado. ¡Ustedes tampoco deberían desesperarse!".
Golos, fundado en 2000, ha sido un actor clave en la denuncia de violaciones durante las elecciones en Rusia, lo que ha generado una creciente presión por parte de las autoridades. A pesar de las dificultades, el grupo ha continuado operando, aunque sin la formalidad de registrarse como ONG. La acusación contra Melkonyants está vinculada a la ilegalización de la Red Europea de Organizaciones de Monitoreo Electoral (ENEMO) en 2021, de la cual Golos no era miembro en ese momento, según su defensa.
El veredicto fue duramente criticado por la defensa, que planea apelar la sentencia, asegurando que no existe evidencia que respalde los cargos. Melkonyants es considerado por el grupo de derechos humanos Memorial como un prisionero político.