Las autoridades tailandesas anunciaron el miércoles la incautación de 238 toneladas de desechos electrónicos importados ilegalmente desde Estados Unidos, el mayor cargamento encontrado este año. Los desechos, que llegaron en diez grandes contenedores, fueron declarados como chatarra metálica, pero tras una inspección, se descubrió que contenían placas de circuitos mezcladas con residuos metálicos.
El hallazgo ocurrió el martes después de una inspección aleatoria de rutina en el puerto de Bangkok, según informó Theeraj Athanavanich, director del Departamento de Aduanas. Los desechos electrónicos, que presentan un riesgo considerable para la salud y el medio ambiente debido a los componentes tóxicos como plomo, mercurio y cadmio, podrían haber sido reciclados de manera insegura en instalaciones locales.
El gobierno tailandés está tomando medidas legales, incluyendo cargos por declaración falsa y la importación ilegal de residuos electrónicos. Además, se evalúa la posibilidad de reexportar los desechos de vuelta a su país de origen. Este es solo uno de los varios casos recientes de desechos electrónicos ilegales, lo que subraya el creciente problema global de residuos electrónicos, un sector que en 2022 generó 62 millones de toneladas, con expectativas de un aumento a 82 millones para 2030.