El inicio de temporada para la escudería Canel’s/Logitech G/Mobil 1/Laboratorio Tequis en NASCAR México estuvo marcado por dificultades, pero también por un gran esfuerzo y resiliencia por parte de sus pilotos. Durante el fin de semana en el Óvalo Aguascalientes, Rubén García Jr. y Max Gutiérrez enfrentaron varios retos, pero demostraron su capacidad de lucha hasta el último momento.
El jueves, las actividades comenzaron con el primer entrenamiento oficial, pero rápidamente la situación se complicó para García Jr. Cuando el piloto del auto #88 sufrió un fuerte accidente al salir de la curva dos, la rotura de una pieza lo envió contra el muro, lo que provocó lesiones en su pie izquierdo. A pesar del dolor y de la aparente fractura, el equipo trabajó arduamente para reparar el auto y permitir que Rubén continuara con las prácticas, calificación y la competencia.
A pesar de las adversidades, García Jr. logró clasificarse en la posición 12, mientras que su compañero Max Gutiérrez, al volante del auto #23, arrancó desde el lugar 20. En la primera mitad de la carrera, ambos pilotos realizaron una destacada remontada, acercándose cada vez más al grupo puntero.
Sin embargo, la suerte no estuvo del todo de su lado: durante una parada en pits para cambio de neumáticos y combustible, una de las llantas nuevas de Gutiérrez reventó, lo que lo obligó a regresar a boxes y perder una vuelta completa. A pesar de este contratiempo, Rubén García Jr. continuó luchando por el podio, mientras Max trataba de recuperar posiciones desde el fondo de la tabla.
Al final, el esfuerzo fue recompensado parcialmente: Rubén García Jr. cruzó la meta en un impresionante cuarto lugar, a solo 0.985 segundos del ganador, mientras que Max Gutiérrez terminó en la posición 15, con dos vueltas menos. Ambos pilotos demostraron el espíritu competitivo y el compromiso de la escudería, que promete seguir peleando en las siguientes fechas del campeonato, con la esperanza de mejorar aún más sus resultados.