La Autoridad Nacional Palestina (ANP) denunció este miércoles que las Fuerzas de Defensa de Israel dispararon contra una delegación de diplomáticos de más de 30 países —incluidos México, España, Japón, China y varias naciones europeas— mientras realizaban una visita oficial en la ciudad de Jenín, en Cisjordania reocupada.
Aunque no se reportaron heridos, el incidente ha desatado una oleada de condenas internacionales. De acuerdo con el ejército israelí, los diplomáticos "se desviaron del itinerario aprobado" y entraron en una zona restringida, por lo que se efectuaron "disparos de advertencia" para alejarlos. Posteriormente, el ejército lamentó "las molestias causadas".
Un video difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la ANP muestra a soldados israelíes apuntando con armas a la delegación, mientras se escuchan varios disparos. Un periodista de la agencia AFP, que se encontraba cerca del lugar, confirmó haber oído las detonaciones y grabó cómo los vehículos diplomáticos abandonaban la zona con rapidez.
La delegación incluía representantes de países como México, Francia, Reino Unido, Canadá, Brasil, Egipto, Jordania, India, China, Turquía y la Unión Europea, entre otros. Según testigos, el tiroteo ocurrió en la última parte del recorrido, cerca del campo de refugiados de Jenín.
“El grupo estaba terminando su visita cuando comenzaron los disparos. No fue un solo tiro, fueron varios. Es completamente inaceptable”, declaró un diplomático bajo condición de anonimato a AFP.
Las reacciones no se hicieron esperar. El Ministerio de Asuntos Exteriores de España confirmó que uno de sus diplomáticos estuvo presente, sin sufrir daños, y aseguró que ya se coordina con otros países para definir una respuesta conjunta. El canciller italiano, Antonio Tajani, calificó el hecho como una amenaza “inaceptable”.
Kaja Kallas, jefa de la diplomacia europea, recordó a Israel su obligación de proteger a los diplomáticos extranjeros como signatario de la Convención de Viena. Turquía, Egipto y Jordania también emitieron fuertes condenas. Ankara calificó el tiroteo como una muestra del “desprecio sistemático de Israel por el derecho internacional”, mientras El Cairo y Ammán lo consideraron una “grave violación de las normas diplomáticas”.
El Ministerio de Exteriores palestino afirmó que se trató de un "atroz crimen" y una "violación flagrante" del derecho internacional, al tiempo que exigió una investigación inmediata y responsabilidades para los autores del incidente.
Este hecho se produce en medio de una creciente presión internacional sobre Israel por su ofensiva en la franja de Gaza y su intensificación de operaciones en Cisjordania, agravando aún más la tensión en la región.