En un operativo calificado como heroico por expertos en fauna, alrededor de 100 animales grandes, entre ellos elefantes, felinos y cuadrúpedos, fueron trasladados a su nuevo hogar en Mazatlán, Sinaloa, para escapar de la creciente violencia en Culiacán. En menos de 48 horas y sin el apoyo de la Profepa ni protección federal, el traslado de los animales fue posible gracias al uso de grúas industriales, tráilers, helicópteros y el esfuerzo conjunto de aproximadamente 50 personas.
El operativo, que cubrió una distancia de 220 kilómetros, ha sido catalogado como un acto de resistencia, amor y dignidad. Ernesto Zazueta, presidente del refugio, declaró que "este traslado no es una huida, es una manera de decir que no aceptamos que la violencia también alcance a los animales que hemos rescatado con tanto esfuerzo". Zazueta comparó la acción con una moderna "Arca de Noé", pero no escapando de un diluvio, sino de la violencia humana que ha convertido a Culiacán en un lugar inhabitable para muchos.
El refugio Ostok, conocido por su labor de rescatar animales en situaciones de abuso, se ha visto obligado a trasladar más de 700 animales a diferentes ubicaciones para garantizar su seguridad y bienestar. Este histórico desplazamiento tiene como destino final Bioparc El Encanto en Mazatlán, que ofrecerá a los animales un nuevo espacio donde podrán continuar su vida lejos del caos generado por los grupos criminales que actualmente dominan la región.
Este traslado, realizado bajo circunstancias extremas, destaca la resiliencia y dedicación de los trabajadores del refugio Ostok, quienes han puesto en riesgo su seguridad personal para garantizar la protección de los animales a su cuidado.