El peso mexicano registró una notable apreciación durante la apertura de la sesión, cotizando cerca de 19.18 pesos por dólar, con un avance del 0.32%, equivalente a 6.1 centavos. Este desempeño ubicó al tipo de cambio en un nuevo mínimo anual no visto desde octubre de 2024, posicionando al peso como la segunda moneda con mayor fortalecimiento frente al dólar, sólo detrás del shekel israelí.

Analistas financieros anticipan que el tipo de cambio se mantendrá en un rango estable entre 19.16 y 19.36 pesos por dólar en el corto plazo, reflejando un ambiente de menor volatilidad. Sin embargo, advierten que factores externos continúan influyendo en la evolución del mercado cambiario.

En contraste con el peso, la mayoría de las monedas internacionales sufrieron depreciaciones debido al fortalecimiento del dólar estadounidense. Divisas como el yen japonés, el dólar neozelandés y el ringgit malayo mostraron caídas importantes, mientras que commodities como el petróleo y el oro también registraron retrocesos, influenciados por la dinámica del mercado global y las decisiones de la OPEP+.

Paralelamente, los mercados de deuda reflejaron movimientos relevantes: en Japón, las tasas de interés descendieron significativamente ante expectativas de menor emisión de bonos gubernamentales, lo que afectó al yen y tuvo repercusiones en los bonos del Tesoro estadounidense. En el sector industrial, el cobre y aluminio mostraron ligeros incrementos impulsados por la mejora en la demanda de China, aunque persisten riesgos globales por políticas proteccionistas.