La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su firme desacuerdo con el nuevo arancel del 50% al acero y aluminio anunciado por el gobierno de Estados Unidos, al considerar que es una medida desproporcionada y carente de sustento comercial. Aseguró que esta decisión afecta directamente a la industria mexicana y a miles de empleos, al tiempo que encarece productos esenciales en distintas cadenas de suministro.

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum explicó que México importa más acero y aluminio del que exporta, por lo que resulta contradictorio que se le apliquen medidas pensadas para frenar desequilibrios comerciales. Subrayó que esta acción contradice los acuerdos vigentes entre ambos países, especialmente dentro del marco del T-MEC, y añadió que se mantiene una colaboración constante en materia de seguridad con Estados Unidos, lo que vuelve aún más incomprensible la decisión.

La mandataria informó que sostendrá un encuentro con representantes de las cámaras del acero y del aluminio para evaluar el impacto de la medida y definir una estrategia conjunta. Además, señaló que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, trabaja ya en establecer un diálogo con su contraparte estadounidense, el secretario de Comercio Howard Lutnick, para intentar revertir esta política arancelaria.

Sheinbaum reafirmó que su gobierno mantendrá una postura firme en defensa del empleo, la industria nacional y el desarrollo económico. Aseguró que México no permitirá decisiones unilaterales que vulneren los principios de equidad comercial y destacó que, además de buscar una solución negociada, se continuará fortaleciendo la economía interna a través del llamado “Plan México”.