En un mensaje contundente que sacudió el debate global sobre el avance tecnológico, Bill Gates advirtió que la inteligencia artificial alcanzará tal nivel de sofisticación que podría sustituir al ser humano en una gran parte de las tareas profesionales antes de que termine la próxima década. Sus declaraciones se dieron durante una charla en Harvard y una entrevista televisiva, donde planteó que el mundo se acerca a una nueva era marcada por la “inteligencia gratuita”: sistemas avanzados capaces de brindar servicios complejos sin intervención humana.
Gates explicó que esta inteligencia artificial sería lo suficientemente accesible y poderosa como para ofrecer tutorías educativas, diagnósticos médicos o asesorías legales con mayor eficiencia que los expertos humanos, incluso en comunidades con recursos limitados. Aunque reconoció el potencial democratizador de esta tecnología, alertó que su implementación sin regulación adecuada podría provocar un desmoronamiento del sistema laboral tal como lo conocemos.
El fundador de Microsoft sostuvo que ya no se trata de un escenario futurista, sino de una transformación que está en marcha. Subrayó que muchos de los empleos actuales, incluso aquellos considerados de alta especialización, podrían volverse obsoletos si no se redefine el rol del trabajo y no se construyen nuevas formas de cohesión social. Por ello, propuso un “nuevo contrato social” que priorice la inclusión, la educación en habilidades humanas irreemplazables y una distribución más justa de los beneficios tecnológicos.
Gates enfatizó que el verdadero peligro no radica en una rebelión de máquinas, sino en el impacto silencioso y progresivo de una economía sin empleo humano como eje central. Insistió en que el momento de actuar es ahora, antes de que la inteligencia artificial transforme de forma irreversible no solo la productividad, sino la esencia misma de la vida humana.