El Ministerio de Defensa de Israel confirmó la realización de un ataque preventivo dirigido a infraestructura estratégica en Irán, con el objetivo de anticiparse a posibles ofensivas futuras contra su territorio. La operación, denominada “Nación de Leones”, se enfocó en instalaciones relacionadas con el programa nuclear iraní y otras posiciones militares claves, según detalló el Ejército israelí.

En la madrugada, explosiones sacudieron varias zonas de Teherán, mientras que imágenes en redes sociales mostraron columnas de humo sobre la capital iraní. Estas acciones llevaron al gobierno israelí a declarar un estado de emergencia especial, con la suspensión temporal de actividades no esenciales y el cierre del espacio aéreo para garantizar la seguridad interna.

Ante el aumento de tensiones, el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Hosein Salamí, advirtió que su país está preparado para responder con fuerza a cualquier agresión, incluso una guerra a gran escala. Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, defendió la operación como necesaria para impedir que Irán avance en la fabricación de un arma nuclear, señalando que esta ofensiva continuará hasta que la amenaza sea eliminada.

La acción se produjo en un contexto de diplomacia tensa, con Estados Unidos buscando evitar un conflicto mayor y negociando con Teherán, mientras la región enfrenta la posibilidad de un enfrentamiento prolongado con graves repercusiones internacionales.