Luego de que la esperada reunión bilateral entre México y Estados Unidos fuera cancelada durante la reciente Cumbre del G7, la presidenta Claudia Sheinbaum y su homólogo estadounidense, Donald Trump, sostuvieron una conversación telefónica que permitió reencauzar la relación diplomática. La llamada, de aproximadamente veinte minutos, abrió paso a un nuevo proceso de colaboración enfocado en seguridad, migración y comercio.

La cancelación del encuentro presencial, atribuida a la salida anticipada de Trump por motivos vinculados a Medio Oriente, no impidió que ambos mandatarios manifestaran su intención de avanzar en un acuerdo más amplio. Según explicó Sheinbaum, el diálogo giró en torno a la creación de un marco general que unifique los temas más urgentes de la agenda bilateral. En su mensaje, resaltó la necesidad de fortalecer los vínculos con una visión integral y actualizada.

Como primer paso, el gobierno mexicano enviará al canciller Marcelo Ebrard a Washington para establecer mesas de trabajo con autoridades estadounidenses. Los temas económicos serán tratados con el Departamento de Comercio, mientras que los asuntos migratorios y de seguridad se abordarán con representantes del Departamento de Estado. Esta etapa será clave para establecer los términos del nuevo acuerdo y dar seguimiento a los compromisos asumidos en la llamada presidencial.

Además, la mandataria mexicana subrayó la importancia de incorporar en este acuerdo el reconocimiento a los millones de mexicanos que residen en Estados Unidos, muchos de ellos con décadas de contribución a ese país. Si bien aún no se ha fijado una nueva fecha para un encuentro presencial entre ambos líderes, las gestiones diplomáticas ya están en marcha, marcando una nueva etapa en la relación bilateral pese al escenario inicial de incertidumbre.