El gobierno federal ha dado paso a una transformación en la política minera con el fin de reducir la dependencia de insumos minerales importados y consolidar una base económica más sólida. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, informó que esta nueva etapa responde a una instrucción directa de la presidenta Claudia Sheinbaum, enmarcada en el plan de autosuficiencia estratégica impulsado por la actual administración.
El enfoque propuesto busca priorizar el uso nacional de minerales clave para sectores como la industria automotriz, la transición energética y el desarrollo tecnológico. La intención es garantizar el suministro interno de recursos estratégicos mediante una explotación más eficiente, controlada y sustentable, que contribuya a preservar el valor agregado dentro del país.
Aunque los lineamientos específicos aún no han sido presentados, se prevé que la estrategia contemple el rediseño del marco regulatorio, la implementación de nuevos modelos de concesión, y una mayor participación del Estado en la supervisión de los procesos extractivos. También se plantean alianzas con actores privados bajo condiciones distintas a las que han regido en décadas anteriores.
Esta medida forma parte de una política económica más amplia que pretende recuperar el control de sectores clave para el desarrollo nacional. Con ello, México busca no solo proteger sus recursos, sino también transformar su papel en la cadena de valor global, priorizando la producción interna y reduciendo vulnerabilidades ante cambios en el mercado internacional.