Claudia Sheinbaum defendió el uso de la prisión preventiva oficiosa como un recurso válido frente al contexto actual de inseguridad. La presidenta subrayó que esta figura jurídica no actúa de manera automática, sino que depende de una valoración judicial basada en elementos aportados por el Ministerio Público.

Durante una conferencia, la mandataria reprochó a los sectores opositores su rechazo a esta herramienta sin presentar propuestas concretas que atiendan el problema de fondo. Enfatizó que mantener esta medida es necesario para proteger tanto a la sociedad como al sistema judicial frente al poder de ciertos grupos delictivos.

Las declaraciones ocurren en medio de un debate nacional sobre el alcance de la prisión preventiva, luego de que se planteara una revisión legal para matizar su uso. Aunque el proyecto no propone eliminarla, sí busca precisar que no debe aplicarse de forma automática en todos los casos.

Sheinbaum reafirmó su postura al señalar que el Estado debe contar con herramientas firmes para enfrentar la violencia. Anticipó que el Poder Judicial tendrá la responsabilidad de resolver con base en criterios constitucionales, pero sin debilitar la capacidad de acción frente a los delitos de mayor impacto.