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Pepe Alemán
Opinión

Galindo, el sapo

En Colombia, decirle "sapo" a una persona significa que la considera un delator, soplón o traidor. Es una forma coloquial y negativa de referirse a alguien que revela secretos o información de otros. La palabra "sapo" no está limitada solo a la jerga del narcotráfico, sino que se usa comúnmente en muchos contextos en ese país sudamericano.

En su columna "Contra las cuerdas" del 14 de septiembre del 2022, el periodista Alejandro Sánchez publicó un trabajo titulado "Galindo Ceballos, soplón de la 4T" en alusión al presidente municipal de San Luis Potosí y su participación en el caso de la desaparición la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala de 43 estudiantes de  la Normal "Raúl Isidro Burgos" de Ayotzinapa, Guerrero.

El columnista refiere en su publicación que hubo un pacto entre Galindo Ceballos y el ex subsecretario de Gobernación en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas, donde el actual alcalde capitalino y en la trágica noche de Iguala director de la Policía Federal, dotaría de información sensible para que se armara una nueva "verdad histórica" que difiriera con la del priista Jesús Murillo Karam.

Desde el 2021, señala el columnista, los padres y madres de los normalistas pidieron a AMLO investigar a Enrique Galindo Ceballos y al director del Cisen, Eugenio Imaz, pero lejos de hacerlo se volvieron protegidos del régimen y no son mencionados ni un ápice en la nueva "verdad histórica" de la 4T ni han sido llamados a declarar al respecto, pero  intervinieron de forma discreta en su armado.

"Entre los suspirantes presidenciales se sabe que Galindo Ceballos es el artífice de involucrar personajes, entre ellos Jesús Murillo Karam y otros 17 ex funcionarios federales, en contra de quienes se configuraron diversos delitos de violaciones graves a los derechos humanos en materia de desaparición forzada de personas", escribió entonces el columnista.

El periodista especialista en narcotráfico, José Reveles, luego que Genaro García Luna, pese a ser sentenciado a 38 años de prisión en una Corte de Estados Unidos al encontrarlo culpable de vínculos con un cártel de México, señala que el súper policía en tiempos de Felipe Calderón negocia convertirse en testigo protegido y ventilar información sensible.

De acuerdo al portal de noticias "Vuelo Magazine", la carrera policiaca del actual alcalde capitalino de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos, está ligada de manera indisoluble a la de Genaro García Luna, ya que Galindo fincó su carrera como policía a la sombra de este ex jefe de la Policía Federal, ya que luego que fue cesado por el entonces gobernador Toranzo como titular de Seguridad Estatal por sus nulos resultados y reprobar los exámenes de control y confianza, se fue la Ciudad de México y fue arropado por García Luna.

"Vuelo Magazine" refiere que la llegada de Galindo Ceballos a la Comandancia de la Policía Federal en el sexenio de Enrique Peña Nieto fue a recomendación expresa de García Luna, con el compromiso de que mantuviera intacta la estructura de corrupción en el aparato federal de seguridad, no removiera a los mandos medios y encubriera todas las irregularidades que salieran a flote, tal y como sucedió con el escándalo de tráfico de armas tolerado "Rápido y Furioso".

A su paso por la Policía Federal, Galindo no solo causó un daño patrimonial con diversos contratos millonarios en condiciones irregulares de los que sacó benefició personal, así como sus colaboradores más cercanos; su perfil de violador de los derechos humanos es otra de las enseñanzas que le dio García Luna, como en los operativos de Tanhuato, Nochixtlán y Apatzingán que encabezó Galindo y terminó por ser destituido de manera fulminante.

"Pero regresó a la capital potosina con las alforjas llenas de dinero, se dedicó a comprar medios de comunicación, diversos negocios y sobre todo a comprar su candidatura en en el PAN y PRI a la alcaldía de San Luis Potosí, desde donde despacha ya electo de nueva cuenta sin dar resultados en el combate a la delincuencia, siguiendo los pasos de García Luna de dejar hacer y dejar pasar", asienta la publicación.