Durante la primera quincena de junio, la inflación en México alcanzó una tasa anual de 4.51 %, un incremento que confirma la persistencia de presiones sobre los precios al consumidor. El dato representa la tercera quincena consecutiva en la que el índice supera el límite superior del rango objetivo del Banco de México, que va del 2 al 4 %.
Este comportamiento fue impulsado principalmente por el alza en los precios de servicios y algunos alimentos procesados, mientras que las frutas, verduras y ciertos energéticos mostraron una ligera disminución. A nivel quincenal, el Índice Nacional de Precios al Consumidor avanzó 0.10 %, situándose en 140.292 puntos.
El componente subyacente, que excluye productos con alta volatilidad y sirve como referente para medir la tendencia inflacionaria de mediano plazo, creció 0.22 % en los primeros quince días del mes. Dentro de este rubro, tanto las mercancías como los servicios reportaron incrementos, destacando el aumento en alimentos preparados y transporte.
Por el contrario, el índice no subyacente disminuyó 0.29 %, debido a bajas importantes en productos agropecuarios como jitomate y papaya, así como en tarifas eléctricas. No obstante, el incremento en la inflación general deja claro que la economía enfrenta un escenario de precios elevados, especialmente en bienes de consumo habitual como carne de res, vivienda y comida preparada.