Miles de botellas plásticas cubrieron la Plaza de Bolívar en Bogotá como símbolo de protesta de los recicladores, quienes exigieron al gobierno nacional y a la administración capitalina condiciones laborales dignas y reconocimiento como trabajadores formales. La manifestación se realizó frente a las principales sedes del poder político del país, en un acto que combinó impacto visual y denuncia social.

Los manifestantes extendieron materiales reciclables en todo el espacio público, formando una capa que alcanzaba hasta los tobillos de quienes caminaban por la zona. Con esta acción, buscaron evidenciar su papel indispensable en el manejo de residuos urbanos, especialmente en una ciudad donde no existe un sistema público eficiente de recolección diferenciada de basura.

Representantes del gremio advirtieron que el ingreso mensual de la mayoría de recicladores está por debajo del salario mínimo y que, además de la inestabilidad, carecen de acceso a servicios médicos y a un sistema de pensiones. En voz de líderes del movimiento, demandaron que el Estado cubra estos derechos básicos, reconociendo su labor como parte de la cadena formal de reciclaje.

Los recicladores, que según estimaciones superan los 25 mil en Bogotá, también destacaron la dureza de su trabajo, muchas veces realizado bajo condiciones climáticas extremas y sin equipos de protección. En medio del alto índice de informalidad laboral en Colombia, su movilización reabre el debate sobre la urgencia de una política integral de inclusión para quienes sostienen, día a día, el esfuerzo ambiental de las ciudades.