El presidente de Rusia, Vladimir Putin, no viajará a Brasil para asistir a la cumbre de los BRICS prevista para inicios de julio, informó el Kremlin. La decisión responde a la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI), lo que obligaría a las autoridades brasileñas a detenerlo en caso de su arribo al país sudamericano.

Según detalló el consejero diplomático del gobierno ruso, Yuri Ushakov, el jefe de Estado participará en las actividades mediante videoconferencia. En representación de Rusia acudirá el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, quien encabezará la delegación oficial durante los encuentros multilaterales.

La invitación a Putin fue realizada por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, como parte del compromiso con todos los miembros del bloque. No obstante, la situación jurídica internacional del mandatario ruso —bajo acusaciones de la CPI por la presunta deportación de menores ucranianos— obligó a reconsiderar su presencia física en el evento.

El grupo BRICS, integrado actualmente por diez naciones emergentes, entre ellas China, India y Sudáfrica, ha ganado protagonismo global como alternativa al G7. La ausencia de Putin en persona refleja la tensión diplomática generada por los procesos internacionales en su contra, sin frenar, por ahora, la participación de Moscú en las decisiones clave del bloque.