La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, condenó enérgicamente las recientes detenciones de migrantes mexicanos en Estados Unidos, tras las redadas realizadas en Los Ángeles que derivaron en la aprehensión de 35 connacionales. En su posicionamiento, subrayó que tratar a los migrantes como delincuentes constituye una violación directa a los derechos humanos y una afrenta al principio de dignidad humana.
Durante una declaración oficial, Sheinbaum señaló que los migrantes “no son criminales, son trabajadores que sostienen la economía estadounidense”. Asimismo, calificó las redadas como un mecanismo inaceptable para abordar la migración, al considerar que recurren a la violencia en lugar del entendimiento. Reiteró que el gobierno mexicano no acepta este tipo de prácticas como solución al fenómeno migratorio.
La mandataria llamó a las autoridades estadounidenses a retomar el camino del diálogo y avanzar hacia una reforma migratoria de fondo que reconozca la realidad de millones de personas que viven y trabajan de forma honesta en aquel país. De igual forma, informó que la red consular mexicana ya mantiene contacto con los detenidos y sus familias para asegurar la protección jurídica y el respeto a sus derechos.
Sheinbaum reafirmó que su administración está comprometida con la defensa de los mexicanos en el exterior y que se emplearán todos los instrumentos diplomáticos y legales disponibles para evitar que se criminalice a quienes han migrado en busca de mejores oportunidades. El gobierno, puntualizó, continuará trabajando para garantizar que cada mexicano, sin importar dónde se encuentre, reciba el respaldo del Estado.