El Instituto Nacional Electoral (INE) inició un análisis interno para evaluar las implicaciones de la CURP con datos biométricos y la Plataforma Única de Identidad recientemente aprobadas por el Congreso. Durante una sesión del Consejo General, se instruyó a la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores (DERFE) a realizar un estudio detallado que permita anticipar impactos sobre la operación del padrón electoral y la vigencia de la credencial para votar.
El consejero Jaime Rivera propuso un análisis comparativo entre los actuales mecanismos de verificación de identidad del INE y los propuestos en el nuevo esquema impulsado por la Secretaría de Gobernación. Alertó sobre posibles consecuencias legales y técnicas, así como sobre la percepción pública que podría reducir la motivación para registrarse ante el Instituto si la nueva CURP comienza a fungir como principal documento de identidad.
Por su parte, la consejera Norma de la Cruz destacó que la emisión de la credencial para votar es una atribución constitucional del INE, por lo que cualquier modificación debe ser evaluada con cuidado. Sugirió valorar escenarios donde ambas identificaciones coexistan sin duplicar funciones ni vulnerar derechos. A su vez, Carla Humphrey pidió que se elabore un informe técnico que defina con claridad el alcance de las reformas y sus posibles repercusiones operativas.
Desde la representación partidista, Morena llamó a evitar confrontaciones institucionales y planteó una coordinación entre el Gobierno federal y el INE, con el objetivo de fortalecer la identidad digital nacional. La discusión se da en un contexto legislativo donde ya se han aprobado reformas a la Ley General de Población que establecen la CURP biométrica como eje de identificación, abriendo un debate sobre la redefinición del sistema de credenciales en México.