En medio de su presentación en Quito, Ecuador, durante la gira Huracán Ambulante 2025, Enrique Bunbury detuvo el espectáculo para reclamar a un asistente que grababa de forma constante con su teléfono móvil. Visiblemente molesto, el artista español expresó que esta práctica afectaba la conexión entre el público y la música en vivo, interrumpiendo su concentración sobre el escenario.

El incidente ocurrió cuando Bunbury se percató del uso incesante del celular desde la primera fila, por lo que decidió pausar la canción para hacer un llamado directo y enfático. Su queja no tardó en difundirse en redes sociales, donde varios asistentes compartieron fragmentos del momento que evidenciaron la incomodidad del cantante frente a esta conducta que considera invasiva.

Bunbury argumentó que el abuso de dispositivos durante los conciertos impide una verdadera participación y disfrute del evento, ya que los espectadores quedan atrapados en las pantallas en lugar de vivir la experiencia presente. Esta postura ya la había expresado con anticipación al inicio de la gira, invitando a sus seguidores a dejar de grabar para sumergirse plenamente en la música.

A pesar de la interrupción, el músico continúa con su agenda por América Latina, Estados Unidos y Europa, manteniendo firme su objetivo de ofrecer shows donde prime la conexión directa y sin intermediarios digitales entre el intérprete y su público, reforzando así su compromiso con la autenticidad artística.