Las autoridades en Cataluña anunciaron la estabilización del incendio forestal que desde el pasado lunes consumió aproximadamente 3,300 hectáreas en las cercanías de Tarragona, una de las zonas más afectadas por este siniestro en el noreste de España. Tras varios días de intensa labor, los equipos de emergencia lograron contener las llamas y levantaron la mayoría de los confinamientos impuestos a unos 18,000 residentes.

Aunque el incendio está bajo control, las labores de extinción continúan en varios puntos donde aún persisten focos activos. Cerca de un centenar de bomberos, apoyados por 17 unidades aéreas, mantienen el despliegue para asegurar la completa extinción del fuego. Sin embargo, en la localidad de Pauls se mantiene un confinamiento dinámico, que permite a los habitantes salir de sus casas pero no abandonar el pueblo.

El fuego avanzó rápidamente debido a fuertes vientos en las primeras horas y afectó especialmente una extensa área dentro del Parque Natural de Els Ports, donde se concentraron los esfuerzos iniciales para contener la propagación. La superficie dañada dentro de esta reserva natural suma más de mil hectáreas, lo que representa una importante pérdida ambiental para la región.

Mientras se sigue trabajando para controlar el incendio, las autoridades han iniciado investigaciones para determinar las causas que originaron este devastador incendio. El impacto sobre la población y el ecosistema local mantiene en alerta a las autoridades, que continúan monitoreando la situación para evitar nuevos rebrotes.