Durante el reciente Clásico Regio entre Monterrey y Tigres, Nahuel Guzmán, quien no participaba en el juego debido a una lesión, fue captado en el palco usando un láser, dirigido hacia jugadores en el campo. Este acto, que ha causado considerable controversia, podría resultar en una sanción severa para el arquero argentino. La Liga MX es estricta en cuanto a las normativas de deportividad y Fair Play. Según el reglamento, Guzmán podría enfrentar de uno a tres partidos de suspensión y una multa económica que varía entre 30 y 450 UMAs por contravenir los principios de la deportividad, además de otras posibles sanciones por conducta inapropiada y acciones que perjudiquen el juego limpio.

Esteban Andrada, compañero de equipo y también portero, recibió disculpas de Guzmán por el incidente, sin embargo, la situación ha escalado a niveles administrativos dentro de la federación. La Comisión Disciplinaria de la FMF está evaluando el caso y, según el Artículo 24 del reglamento, tiene la facultad de aumentar la sanción basada en la gravedad de la infracción y cualquier reincidencia previa. Esta capacidad amplía el rango de consecuencias que Guzmán podría enfrentar, subrayando la seriedad con la que la Liga MX maneja violaciones de esta índole.

El incidente ha generado un debate amplio sobre la conducta en el fútbol profesional y las medidas disciplinarias asociadas. Mientras Nahuel Guzmán espera la decisión final, el caso resalta la importancia de mantener los estándares de conducta dentro y fuera del campo para preservar la integridad del deporte. La respuesta de la Comisión Disciplinaria será un precedente significativo para casos futuros en la liga.