Tras doce años de haber concedido la sede mundialista a Qatar, el ex presidente de la FIFA, Joseph Blatter, reconoció que está arrepentido de dicha decisión, pues consideró que “no es ni siquiera un país grande”. 

Reiteró que un encuentro entre Nicolas Sarkozy y Michel Platini influyó para inclinar votos importantes a favor de la nación del Golfo Pérsico. 

"La elección de Qatar fue un error y asumo mi responsabilidad porque yo era el presidente de la FIFA en aquel momento". 

Blatter, de 86 años, habló con un grupo de diarios suizos, en su primera entrevista desde que fue declarado inocente, junto a Platini, de malos manejos financieros en la FIFA tras un juicio en un tribunal federal celebrado en el mes de julio.  

En la entrevista divulgada en días pasados, Blatter reiteró que Sarkozy presionó a Platini, y otra vez dio su versión de una charla telefónica que Platini le hizo tras el encuentro en París, contándole que el plan de voto del Mundial había cambiado, dado como resultado 14-8. 

"Nosotros acordamos en el Comité Ejecutivo, que Rusia organizaría el Mundial de 2018 y EEUU el de 2022. Habría sido un gesto de paz si los dos rivales políticos hubieran organizado el Mundial uno después del otro (…) gracias a los cuatro de votos y su bloque (de la UEFA), el Mundial acabó en Qatar en vez de Estados Unidos. Esa es la verdad" 

Otros candidatos eran Corea del Sur, Japón, Australia y Qatar, decidiéndose por este último. 

El torneo será inaugurado el 20 de noviembre y se calcula que unos 1,2 millones de visitantes internacionales vendrán a Qatar durante la justa mundialista. Con limitaciones de alojamiento en el país anfitrión, muchos tendrán que pernoctar en estados vecinos. 

Las 32 selecciones disputarán 64 partidos en ocho estadios situados en Doha y sus alrededores. La ciudad se ha transformado desde 2010 por masivos proyectos de infraestructura con miras al Mundial.