Hace poco menos de una semana, celebramos el aniversario de la primera transmisión oficial de la televisión mexicana a blanco y negro. 70 años después de su llegada a los hogares de México, el sistema de televisión comercial que impulsó el entonces presidente, Miguel Alemán Valdés; sigue vigente y es uno de los grandes poderes mediáticos y de influencia en el pensar colectivo. Este jueves, inauguramos aquí la sección: Inquietudes Contemporáneas. Hoy, discutiremos: ¿Realmente Televisa dio en el clavo para retomar el control de la televisión sobre la población juvenil?
Aunque no es de extrañar que en la última década, el servicio de televisión abierta ha sido parcialmente desplazado por otros medios como las plataformas de streaming; la realidad es, que México es el país con el mayor número de televidentes hispanohablantes. Y Grupo Televisa, representa más del 50% de ese auditorio. ¿Por qué? Bueno, además de los programas estelares arraigados en la cultura audiovisual como las novelas y programas dramatizados como la Rosa de Guadalupe; Televisa se lanzó creativamente hacia el futuro y retransmitió lo que nos engancha tanto a los más jóvenes: la polémica, el debate y el desastre que inunda las redes. Sí, hablamos de la Casa de los Famosos.
Las personalidades que nos identifican o con las que empatizamos en redes, representan un discurso de lo que hemos construido a partir de una exposición prolongada al pensamiento de nuestra vida colectiva. Wendy Guevara y Adrián Marcelo son dos personas bastante distintas que sin embargo, convergen en un mismo punto: polarizan la opinión de los televidentes. 6.5 mil millones de reproducciones, convierten a la Casa de los Famosos en el programa con mayor emisión en la historia de nuestro país, superando en un 30% sus propias estadísticas del año anterior.
Y dudo que fuese un golpe de suerte, pero en lo particular, es evidente que la televisión abierta tenía mucho que dar para hablar en redes sociales y no estaba lista para morir aún. ¿Qué mejor para potenciarlo, que a través de el hito que las ideologías dominantes en el ahora, defienden a capa y espada nuestras poblaciones más jóvenes?
La televisión sigue jugando sus mismas cartas que la posicionaron como uno de los medios más poderosos de las masas; solo que ahora, deja ventear entre un vaivén de comentarios, denuncias digitales y votaciones en realidad indiferentes: lo que es bueno y malo de una forma de ser. Sin realmente posicionarse desde una visión humana y éticamente responsable que asuma las consecuencias de sus emisiones.
Así que, aunque en efecto, los más jóvenes sí criticamos a los contenidos que han arrastrado las ideologías y la información hasta el punto de la manipulación de intereses personales mucho más poderosos. Es una verdad, que pudimos caer ante la trampa del magnate de la Televisión Mexicana. La cura es, sí recrearse y sí darle “me enoja” a los videos machistas de Adrián Marcelo, pero ¿y qué más?