El nuevo incidente se produjo apenas horas después de que dos compañeras, Phoebe Plummer (23) y Anna Holland (22), fueran sentenciadas a dos años y 20 meses de prisión, respectivamente, por arrojar sopa de tomate sobre la misma obra el año pasado.
La acción fue compartida en la cuenta oficial de “Just Stop Oil”, donde los activistas denunciaron que sus compañeras están encarceladas por exigir el fin de los nuevos proyectos de gas y petróleo. La National Gallery confirmó que los tres activistas fueron detenidos y que las pinturas, protegidas por un cristal, no sufrieron daños. Las obras fueron retiradas temporalmente para su revisión por parte de un restaurador.
En el caso del ataque de 2022, aunque el cuadro no fue dañado gracias al cristal protector, el marco dorado, valorado en 10,000 libras (12,000 euros), sufrió daños significativos. El juez Christopher Hehir lamentó que las activistas mostraran indiferencia hacia la posibilidad de dañar un "tesoro cultural". Este nuevo acto ha reavivado el debate sobre los límites del activismo ambiental y la necesidad de proteger el patrimonio cultural.
Con información de Infobae.