Matthew McCoy, un ex empleado de OceanGate, testificó que decidió dejar su puesto en la empresa después de una conversación inquietante con Stockton Rush, CEO de OceanGate, esto durante una audiencia sobre lo sucedido con el submarino Titan, que implosionó durante una expedición al Titanic.
McCoy reveló que Rush le había indicado que "compraría un congresista" para resolver los problemas que rodeaban a su sumergible Titán. Este comentario, según McCoy, fue el catalizador que lo llevó a renunciar a su cargo como técnico de operaciones.
Antes de unirse a OceanGate en abril de 2017, McCoy había servido activamente en la Guardia Costera de Estados Unios. En su testimonio, explicó que comenzó a trabajar en la construcción del primer prototipo del Titán, un sumergible que nunca se utilizó en inmersiones en el Titanic. Sin embargo, después de solo seis meses, decidió renunciar en septiembre de 2017, justo un día después de su charla con Rush.
Durante su testimonio, McCoy expresó su preocupación por operar el sumergible experimental sin un certificado de inspección y sin la supervisión de la Guardia Costera. Rush, según McCoy, le aseguró que el Titán operaría en las Bahamas y se lanzaría desde Canadá, lo que significaba que no caería bajo la jurisdicción de Estados Unidos.
"Creo que le había expresado que seguir llevando pasajeros estadunidenses allí para contratarlos en cualquier momento, si tocaban tierra estadunidense, ya sabes, un puerto estadunidense, eso también sería una consideración", afirmó McCoy.
La conversación, según McCoy, se tornó "tensa" cuando Rush le sugirió que "si la Guardia Costera se convirtiera en un problema, se compraría un congresista y haría que el asunto desapareciera". Este comentario dejó a McCoy "horrorizado" y lo llevó a tomar la difícil decisión de renunciar. "Eso permanecerá en mi mente por el resto del tiempo", comentó, subrayando la gravedad de la afirmación.