Según analistas financieros, el tipo de cambio del peso frente al dólar estadounidense permanecerá dentro de un rango de entre 19.0 y 19.70 pesos por dólar. La ausencia de eventos económicos relevantes en el horizonte contribuye a esta previsión optimista. Sin embargo, la inminente celebración de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, programadas para el 5 de noviembre, genera nerviosismo en el mercado, ya que las declaraciones y posturas del ex presidente Donald Trump podrían influir en la percepción del riesgo por parte de los inversores.

Históricamente, las campañas electorales estadounidenses han tenido un impacto significativo en la paridad cambiaria. En 2015, Trump utilizó a México como parte de su narrativa política, lo que resultó en caídas en el valor del peso ante el dólar. Este patrón de comportamiento ha llevado a analistas a especular que un posible triunfo de Trump podría desencadenar preocupaciones sobre el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y su impacto en la inversión extranjera en México. La incertidumbre política en el norte también podría llevar a los inversionistas a adoptar una postura más cautelosa.

En este contexto, el comportamiento del peso mexicano también estará influenciado por las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos, así como por el apetito general por el riesgo en los mercados financieros. Los expertos advierten que, si la volatilidad aumenta, el tipo de cambio podría presionar al peso, alcanzando niveles cercanos a los 20.60 pesos por dólar a finales de año, en medio de una menor confianza en el "carry trade" en comparación con periodos anteriores.