Una mujer en Puebla, identificada como Verónica Inés “N”, de 46 años, fue detenida tras intentar devolver un celular que se encontró en la calle, en el municipio de Tehuacán. Lo que parecía un simple gesto de buena fe terminó en una acusación de secuestro, ya que las autoridades vincularon el dispositivo con una persona que había sido privada de su libertad.
El incidente ocurrió el viernes 18 de octubre, cuando Verónica salió de la casa de sus suegros junto a su esposo, Alejandro Aponte. Mientras caminaban por el Fraccionamiento Santa María de Tehuacán, Verónica encontró un iPhone tirado en la calle. En lugar de ignorarlo, decidió recogerlo y buscar a su dueño para devolvérselo.
Esa misma noche, Verónica publicó un mensaje en un grupo de WhatsApp de vecinos, informando que había encontrado el teléfono. Su intención era que el propietario pudiera recuperarlo proporcionando las características del dispositivo. "Buenas noches, me encontré un teléfono iPhone y quiero devolverlo. Así que si alguien perdió un teléfono, que llame al mismo y yo con mucho gusto lo devolveré, pero antes me tiene que dar características para que sea su dueño quien lo recupere", escribió Verónica.
Sin embargo, nadie respondió a su mensaje. Al día siguiente, el 19 de octubre, Verónica fue detenida por agentes de la Policía Ministerial en su domicilio. Un video de seguridad mostró el momento en que las autoridades llegaron al lugar para llevar a cabo el arresto, alrededor de las 17:12 horas.
De acuerdo con los registros oficiales, la detención se realizó debido a que el teléfono encontrado por Verónica podría estar vinculado con un caso de secuestro, lo que llevó a las autoridades a imputarle el delito. Alejandro Aponte, esposo de Verónica, explicó que, según los reportes, el móvil pertenecía a una persona que había sido secuestrada, lo que desató la confusión.
La detención de Verónica generó una gran preocupación entre sus familiares, quienes rápidamente exigieron su liberación. Alejandro también denunció que su esposa pudo haber sido agredida por las autoridades, ya que al ser visitada por su hermana tras la detención, presentaba golpes en la cara y un hematoma en la cabeza.
La familia solicitó a las autoridades de Puebla actuar con rapidez para esclarecer la situación y liberar a Verónica. Finalmente, la mujer fue puesta en libertad, pero el episodio dejó a la familia conmocionada y preocupada por las consecuencias de lo que parecía ser un acto de bondad.
El caso ha generado controversia y preocupación entre los ciudadanos de Tehuacán, quienes señalan la importancia de mejorar los procedimientos de investigación para evitar detenciones injustificadas.