El gobierno argentino identificó este jueves a Hussein Ahmad Karaki como el jefe operativo de Hezbollah en América Latina. Acusado de reclutamiento y planificación de ataques, Karaki estuvo vinculado con los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA en Buenos Aires, uno de los episodios más trágicos en la historia argentina.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, explicó que Karaki se encontraba en Buenos Aires en 1992, cuando ocurrió el atentado en la embajada, y que abandonó el país horas después con un pasaporte colombiano falso. A través de imágenes de 2004, que muestran a Karaki tras recibir la residencia en Venezuela, el gobierno espera aportar más pruebas ante la Justicia.
Según un informe de inteligencia, el ataque en 1992 se ejecutó con un coche bomba adquirido bajo la identidad colombiana “Alberto León Nain”, utilizada por Karaki. La información fue compartida en colaboración con países de la región y coincide con investigaciones previas que detallan la implicación de altos funcionarios iraníes y miembros de Hezbollah en ambos atentados. Entre ellos destacan Alí Akbar Rafsanjani, ex presidente de Irán, y Hassan Nasrallah, fundador de Hezbollah, asesinado recientemente.
La Justicia argentina determinó en abril de este año que los atentados respondían a una “estrategia política” de Irán. A su vez, el fiscal de la UFI AMIA, Sebastián Basso, y el juez Daniel Rafecas solicitaron la captura de otros cuatro sospechosos vinculados con Hezbollah, quienes se refugian en Brasil y Líbano, según el informe del Mossad.
Las autoridades argentinas subrayan la necesidad de mayores recursos y políticas públicas para agilizar las investigaciones de terrorismo, incluyendo agencias especializadas en delitos complejos que contribuyan a esclarecer estos casos a casi 30 años de su ocurrencia.
Con información de Infobae.
