Por Cindy Palencia

Anulan elecciones en Rumania

El Tribunal Constitucional cancela la segunda vuelta presidencial en medio de sospechas de injerencia rusa.

El Tribunal Constitucional de Rumania sorprendió al país al anunciar este viernes la anulación de las elecciones presidenciales, cuya segunda vuelta estaba programada para el domingo. La decisión, fundamentada en un comunicado oficial, se da en un contexto de crecientes sospechas de injerencia rusa en el proceso electoral.

En la primera vuelta, celebrada el 24 de noviembre, el candidato nacionalista Caling Georgescu obtuvo una inesperada victoria, posicionándose como favorito para la segunda vuelta. Georgescu debía enfrentarse a Elena Lasconi, una alcaldesa de centroderecha reconocida por su gestión en una pequeña ciudad. La competencia entre ambos prometía ser reñida, pero las denuncias de irregularidades alteraron el panorama político del país.

El Tribunal justificó su decisión señalando la necesidad de garantizar la integridad del proceso democrático. Según fuentes no oficiales, se investigan posibles manipulaciones en la transmisión de datos y campañas de desinformación que habrían favorecido a ciertos candidatos. Aunque las autoridades no han señalado responsables específicos, las acusaciones contra Rusia avivan tensiones internacionales.

La anulación de los comicios ha generado un clima de incertidumbre en Rumania. Ciudadanos y analistas cuestionan las implicaciones políticas y sociales de esta medida. “Es un golpe para la democracia, pero también una oportunidad para reforzar la transparencia electoral”, opinó un especialista en relaciones internacionales.

Caling Georgescu, conocido por sus posturas euroescépticas, denunció la decisión como un intento de sabotaje político, mientras que Elena Lasconi llamó a la calma y pidió respeto a las instituciones. Por su parte, organismos internacionales han solicitado una pronta resolución para evitar una crisis mayor.

Este suceso marca un momento crítico en la política rumana, donde la sombra de la injerencia extranjera y las divisiones internas amenazan con desestabilizar al país. Mientras tanto, el futuro del liderazgo en Rumania queda en suspenso, dejando a los ciudadanos a la espera de nuevas elecciones que garanticen legitimidad y confianza.