Aviones de combate israelíes llevaron a cabo ataques aéreos en los alrededores de Damasco, capital de Siria, el pasado domingo, tras la rápida ofensiva de los insurgentes que derrocaron al gobierno de Bachar al Asad. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y reportes de la televisión controlada por los rebeldes, estos ataques aéreos están dirigidos estratégicamente a puntos clave para frenar posibles movimientos de grupos insurgentes y movimientos de armas.
De acuerdo con la información proporcionada, los bombardeos apuntaron al aeropuerto de helicópteros de Aqraba, al suroeste de Damasco, donde se produjeron “violentas explosiones”. Sin embargo, hasta el momento no se ha confirmado si estos ataques han causado víctimas mortales, según el Observatorio, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores en la región.
Desde el derrocamiento de Al Asad el pasado 8 de diciembre, Israel ha realizado más de 350 ataques en 13 provincias sirias, lo que refleja el alto nivel de actividad militar en la zona. Estas operaciones incluyen ataques a buques de guerra sirios, depósitos de armas, baterías antiaéreas, aeropuertos militares y sitios de producción de armas en Damasco, Homs, Tartús, Latakia y Palmira.
El comunicado de Israel en días previos señala que su objetivo es impedir que estos arsenales caigan en manos de grupos considerados terroristas, con una estrategia militar enfocada en la destrucción de infraestructura clave. Sin embargo, aún no se ha pronunciado oficialmente sobre estos últimos bombardeos en Damasco y sus alrededores.
Además, el Observatorio denunció la ocupación por parte de Israel de aproximadamente 300 kilómetros cuadrados de territorio sirio cercano a los Altos del Golán desde la caída del régimen de Al Asad. Este movimiento ha generado tensiones con varios actores regionales, ya que Israel ha desplegado a su Ejército en la zona desmilitarizada con Siria, lo que algunos gobiernos árabes y organizaciones internacionales consideran una violación del acuerdo de separación de 1974.
Aunque Israel admitió el despliegue en la zona, lo definió como una medida "limitada y temporal", enfocada en garantizar la seguridad de sus ciudadanos frente a amenazas provenientes de la frontera con Siria. Estas acciones podrían incrementar aún más las tensiones en una región ya inestable, con una mezcla de factores políticos, insurgentes y estrategias internacionales.
Con información de López-Dóriga Digital.