El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha extendido una invitación al presidente chino Xi Jinping para asistir a su ceremonia de toma de posesión el próximo 20 de enero. La medida, considerada como un gesto diplomático significativo, llega en un momento de crecientes tensiones comerciales entre ambas naciones. La secretaria de prensa entrante de Trump, Karoline Leavitt, confirmó el jueves que la invitación fue enviada, aunque todavía está por determinarse si Xi aceptará asistir.
Leavitt explicó que el gesto es parte del enfoque de Trump para “crear un diálogo abierto con líderes de países que no solo son aliados, sino también competidores”. A pesar de ello, no se enviaron invitaciones a otros líderes importantes, como el presidente ruso Vladímir Putin, según un comunicado de la Presidencia rusa.
La invitación se produce en un contexto de amenazas de Trump para imponer aranceles del 25% a bienes de México y Canadá, además de aranceles aún más altos contra China, con el objetivo de detener la inmigración ilegal y el tráfico de drogas como el fentanilo. Estos movimientos reflejan un endurecimiento en las políticas económicas de Trump, con la intención de frenar el ingreso de productos y recursos críticos.
En contraste, Xi Jinping instó recientemente a Estados Unidos a evitar una guerra comercial con Beijing y enfatizó la necesidad de mantener relaciones bilaterales basadas en el diálogo y la cooperación. Durante una reunión con el presidente saliente Joe Biden en Beijing, Xi advirtió que las tensiones económicas no benefician a ninguna de las partes y que es necesario priorizar el entendimiento mutuo para el bienestar global.
A su vez, China ha dado pasos para detener el envío de productos químicos precursores utilizados para fabricar fentanilo, lo que podría aliviar parte de las tensiones con Estados Unidos. No obstante, las medidas de Trump y los aranceles prometidos seguirán siendo una preocupación para Beijing, que ha advertido sobre los efectos negativos de la confrontación económica entre las dos principales potencias mundiales.
El gesto de invitación a Xi también responde a la intención de Trump de establecer relaciones diplomáticas abiertas con todas las naciones clave en el escenario internacional, a pesar de las políticas proteccionistas que impulsa. Las elecciones del próximo 20 de enero marcarán el inicio de una nueva etapa en las relaciones entre Estados Unidos y China, con incertidumbre en temas económicos y políticos.
Con información de Infobae.