Rüdiger Koch, un ingeniero aeroespacial alemán de 59 años, decidió llevar su vida al límite y mudarse a una cápsula ubicada a once metros bajo el mar Caribe, frente a las costas de Panamá. Desde el pasado 26 de septiembre, Koch ha estado viviendo en este espacio futurista como parte de una aventura para alcanzar un récord Guinness, demostrando que es posible vivir y trabajar en un entorno tan particular.

La cápsula, integrada a una estructura futurista construida sobre las aguas, tiene 30 metros cuadrados de espacio donde el alemán ha adaptado lo necesario para su día a día. Aunque el lugar tiene comodidades básicas, como un inodoro portátil, una cama, un televisor, una computadora, una bicicleta estática y un sistema de abanicos, no cuenta con una ducha. Sin embargo, tiene acceso a internet satelital y usa energía solar, con el respaldo de un pequeño generador eléctrico para garantizar sus operaciones.

El objetivo de este reto es estar bajo el mar hasta el 24 de enero, fecha en la que planea salir a la superficie para superar el récord como la persona que más tiempo ha estado bajo el agua sin sufrir despresurización. Además de la meta de establecer el récord, Koch busca probar que es factible vivir de forma tranquila y funcional en un ambiente tan aislado del ruido y la contaminación urbana.

Esta experiencia, iniciada en septiembre, no solo es un desafío personal, sino también una forma de explorar los límites de la ingeniería, la resistencia humana y la adaptación a condiciones extremas. Aunque con comodidades modernas, vivir en el fondo marino es una experiencia única y que pone a prueba tanto el cuerpo como la mente.

Koch espera que su misión inspire a otros a explorar los límites de la sostenibilidad y la innovación mientras le permite dejar una marca en los libros de récords con una experiencia verdaderamente extraordinaria.