Un fondo de defensa creado en la plataforma de crowdfunding GiveSendGo ha recaudado más de 100.000 dólares para Luigi Mangione, acusado de asesinar al CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson. La campaña, organizada por un grupo anónimo llamado "The December 4th Legal Committee", ha desatado una intensa controversia debido al apoyo recibido y las posibles implicaciones legales de glorificar al acusado como un mártir.
De acuerdo con las autoridades, Mangione emboscó y disparó contra Thompson el pasado 4 de diciembre mientras este se dirigía a una conferencia de accionistas en el hotel New York Hilton, en Manhattan. Durante su arresto, se encontraron pruebas incriminatorias, como casquillos de bala y huellas dactilares, que refuerzan el caso de la Fiscalía de Manhattan.
Los organizadores del fondo, sin embargo, han argumentado que buscan garantizar el derecho de Mangione a una representación legal justa. En un comunicado, señalaron: "No celebramos la violencia, pero apoyamos el debido proceso". A pesar de estas declaraciones, las miles de donaciones anónimas incluyen mensajes que agradecen a Mangione por “despertar conciencia”, lo que ha alarmado a las autoridades.
La plataforma GiveSendGo defendió su decisión de mantener activa la campaña, argumentando que no prejuzgan culpabilidad o inocencia y que permiten fondos para defensa legal si cumplen con sus términos de uso. Sin embargo, otras plataformas como GoFundMe han eliminado campañas relacionadas, citando políticas contra la recaudación para crímenes violentos.
El abogado de Mangione, Thomas Dickey, ha declarado que su cliente se declarará inocente y que probablemente no aceptará los fondos recaudados. Mangione enfrenta cargos adicionales por posesión ilegal de armas y documentos falsificados tras su arresto en Pensilvania, donde permanece detenido mientras combate su extradición a Nueva York.
Este caso ha despertado temores entre líderes empresariales, especialmente después de la aparición de carteles en Manhattan con mensajes antiempresariales y la frase “Deny, Defend, Depose”, la misma encontrada en los casquillos de bala recuperados en la escena del crimen.
El fiscal Alvin Bragg calificó de "perturbador" el apoyo hacia Mangione, advirtiendo sobre las consecuencias de glorificar actos de violencia. Mientras tanto, la investigación continúa, y la Fiscalía busca asegurar una acusación formal contra el acusado.
En cambio, el intento de asesinato contra Trump, un expresidente de Estados Unidos y una de las figuras más polarizantes del mundo, ha sido manejado con una extraña discreción. El ataque, que en cualquier otra circunstancia sería un evento de máxima relevancia, apenas tuvo cobertura detallada en los medios, y el presunto atacante no ha generado un movimiento de apoyo ni se ha convertido en tema de debate nacional.
La diferencia es desconcertante. Por un lado, Mangione ha sido elevado a un estatus casi heroico por un segmento de la población que parece simpatizar con su supuesto acto violento contra un líder corporativo. Por el otro, el tirador de Trump, cuyo acto debería generar un análisis profundo sobre la seguridad presidencial y el estado de la política estadounidense, ha quedado relegado a los márgenes de la conversación pública.
Este contraste plantea preguntas inquietantes: ¿Qué dice esto sobre la manera en que el público y los medios priorizan ciertos actos de violencia? ¿Por qué algunos criminales son condenados al olvido mientras otros son glorificados? Y, lo más alarmante, ¿qué implica que actos tan extremos encuentren respaldo o, al menos, justificación en ciertos sectores de la sociedad?
Con información de Infobae.