Se conmemorarón dos siglos desde la creación del sistema Braille, una innovación que ha permitido a millones de personas ciegas acceder a la lectura y escritura, transformando su inclusión social y educativa. Desarrollado por el francés Louis Braille en 1825, este sistema utiliza combinaciones de seis puntos en relieve para representar letras, números y símbolos, facilitando la comunicación y el aprendizaje.
Actualmente, se estima que hay aproximadamente 36 millones de personas ciegas en el mundo. En España, más de 218,000 personas tienen la discapacidad visual como principal, según datos del Imserso de 2022. El Braille ha sido fundamental para su inclusión en la sociedad, permitiéndoles acceder a la educación, la cultura y la información de manera autónoma.
Históricamente, el Braille ha sido un pilar en la educación de personas ciegas. En 1940, fue oficialmente reconocido en Francia, y desde entonces, su uso se ha expandido globalmente, adaptándose a diferentes idiomas y necesidades. Además de la lectura y escritura, el Braille se emplea en la música, las matemáticas y la informática, demostrando su versatilidad y adaptabilidad.
A lo largo de los años, el Braille ha evolucionado, incorporando nuevas tecnologías y métodos de enseñanza. Hoy en día, se utilizan dispositivos electrónicos y aplicaciones móviles que permiten a las personas ciegas acceder a información digital, ampliando las posibilidades de aprendizaje y comunicación. Sin embargo, persisten desafíos en cuanto a la disponibilidad de materiales en Braille y la formación de profesionales en su enseñanza.
En este bicentenario, es esencial reconocer la importancia del Braille en la promoción de la igualdad de oportunidades y la inclusión social.Su invención no solo ha proporcionado una herramienta de lectura y escritura, sino que ha sido un motor de cambio, empoderando a las personas ciegas y abriendo puertas a un mundo de posibilidades.